Con la llegada de la primavera los días empiezan a ser más largos y las temperaturas se suavizan. La polinización de las plantas también se produce fundamentalmente, en primavera y en verano. Este proceso se hace a través de dos vías, o bien son los insectos los que trasladan el polen de una planta a otra, o bien el polen viaja por el aire. La capacidad para producir alergia es mucho más alta para los pólenes que se desplazan aéreamente, ya que su diseminación es muchísimo mayor.
¿Qué es la alergia?
La alergia es una reacción de nuestro organismo ante una determinada sustancia que percibe como un agente nocivo, de manera que nuestro sistema inmunológico se activa desde el momento en el que detecta agentes que considera extraños.
Nos encontramos, por tanto, ante una respuesta exagerada del organismo frente a distintos estímulos ambientales.
No se es alérgico al polen en general, ya que hay una gran variedad de pólenes. Lo habitual es que cada persona alérgica lo sea a un polen en concreto o a varios de ellos.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia?
El síndrome más frecuente es la rinitis alérgica (se produce por una inflamación de la mucosa de la vía aérea), que consiste en un conjunto de síntomas entre los que destacan estornudos, congestión nasal, picazón de nariz, paladar, ojos y oídos. También pueden darse otros síntomas cómo sensación de ahogo, tos, enrojecimiento de la piel y/o molestias a la luz.
¿Cómo se diagnostica?
En primer lugar, por la clínica del paciente (los síntomas que tiene, la frecuencia de los mismos, etc). No obstante, se deben realizar pruebas para conocer cuál es el alérgeno causante de las molestias en cada paciente. Hay múltiples pruebas, pero las más frecuentemente utilizadas son las pruebas cutáneas, entre las que destaca el Prick test, que consiste en depositar una gota del alérgeno que se va a probar sobre la piel del antebrazo y perforar la piel a través de la gota depositada con una lanceta. Pasados unos 15-20 minutos se observa si aparece alguna reacción en la piel y según la localización de esta reacción se determina qué alérgeno ha sido el causante. Una reacción positiva consiste en un habón rodeado de una zona de enrojecimiento. El resultado siempre hay que compararlo con los controles que se ponen, ya que las pruebas siempre se llevan a cabo con un control positivo (histamina) y uno negativo (suero fisiológico).
¿Cuáles son los alérgenos más frecuentes?
En España, el polen de las gramíneas se esconde detrás de la inmensa mayoría de las alergias primaverales. La sensibilización a este tipo de plantas predomina en el Centro y el Norte del país, mientras que en el litoral Mediterráneo la presencia de Parietaria judaica (una maleza) relega la alergia a las gramíneas a un segundo plano. En el Sur de España, la alergia al polen del olivo es también frecuente.
¿Cuál es su tratamiento?
Evitar que las personas alérgicas no se expongan a los estímulos ambientales que les perjudican no es siempre posible, por ello el tratamiento de esta patología es clave para lograr el bienestar del paciente.
Los tratamientos disponibles se basan en dos pilares:
• Los antihistamínicos: son unos medicamentos que permiten aliviar los síntomas de la alergia. Estos fármacos bloquean la acción de la histamina, sustancia causante de los síntomas.
• La inmunoterapia, más conocida como vacuna de la alergia. Este tratamiento consiste en la administración -por vía subcutánea o sublingual- del elemento que provoca la alergia en dosis cada vez más elevadas, hasta un máximo preestablecido por el médico especialista en Alergología. Este proceso puede durar entre 3 a 5 años y es el único tratamiento que puede lograr que la alergia desaparezca.
¿Se puede prevenir la aparición de la alergia?
Existen diferentes productos con extractos de plantas medicinales estandarizados que nos pueden ayudar a prevenir la aparición de las alergias estacionales. Entre ellas destacan la Perilla (P. frutescens Britton) y el Helicriso (Helichrysum arenarium (L.) Moench.), que administradas de manera adecuada y en forma de extracto concentrado estandarizado nos ayudarán a prevenir los síntomas de las alergias.
Si sigues estas pequeñas pautas y consultas a tu médico o farmacéutico para que te indique cuál es el tratamiento más indicado que debes seguir, no tienes nada que temerle a la primavera. ¡Que la disfrutes!