Aunque todos los probióticos aportan beneficios a nuestro organismo, conocer los más indicados a nuestra patología es fundamental…
La principal superficie de intercambio y comunicación entre el medio externos e interno es el tracto gastrointestinal. El intestino tiene una superficie de 300 a 400m2, utiliza el 40% de la energía producida por nuestro organismo y contiene 108 de neurones y el 50% de las células inmunitarias.
Las dos principales funciones del sistema gastrointestinal son la nutricional (en él se digieren y se absorben los nutrientes) y la defensiva (reconoce elementos foráneos y desarrolla sistemas de prevención frente al mundo exterior).
Se ha demostrado que ambas funciones no dependen sólo de las estructuras propias del tubo digestivo, sino también de la presencia y actividad de las comunidades microbianas (microbiota) que colonizan el intestino. Ésta microbiota puede considerarse un órgano más, integrado de manera perfecta en la fisiología de cada individuo. Hay que tener en cuenta que nuestro organismo alberga 10 veces más bacterias que células humanas.
Por estas razones mantener una flora intestinal equilibrada y funcional, para poder obtener todos los nutrientes de nuestra alimentación y para mantener sistema inmunitario de primera acción muy efectivo y sufrir menos infecciones de todo tipo.
Composición de la microbiota
En el adulto predominan los géneros anaerobios. Los géneros predominantes son Bacteroides, Eubacterium, Bifidobacterium, Clostridium, Lactobacillus, Fusobacterium y diversos cocos grampositivos.
Probióticos y prebióticos
Los probióticos son microoganismos vivos, iguales a los que forman ya parte de nuestra flora intestinal, que ingeridos en cantidades adecuadas, producen efectos beneficiosos en la salud de las personas que las consumen.
Los prebiótios son sustancias alimentarias no digeribles que benefician el crecimiento o la actividad de las bacterias presentes en el colon, y por lo tanto, contribuyen a la salud.
¿Son seguros los probióticos?
En general, son productos seguros y muy bien tolerados, debido a que la mayoría de las especies utilizadas, sobre todo lactobacilos y bifidobacterias, son residentes normales de nuestro intestino.
Pueden existir potenciales riesgos asociados con la calidad de las cepas introducidas y su recipiente. Siempre hay que consumir productos de calidad y de laboratorios verificados y registrados.
Indicaciones, tratamiento probiótico y acción
Indicación | Probiotico | Acción terapéutica |
Diarrea aguda infecciosa pediatría (rotavirus) | L. reuteri
L. rhamnosusGG |
Reducen la duración de la diarrea y frecuencia de las deposiciones. |
Prevención diarrea asociada a antibióticos | L. rhamnosus GG
S. cerevisiae (boulardii) L. acidophilus |
Disminuyen la incidencia |
Síndrome intestino irritable | B. infantis
VSL #3 L. rhamnosusGG |
Reducen la distensión abdominal, la flatulencia y mejoran el dolor |
Eccema atópico | L. rhamnosus
L. acidophilus L. reuterii L. delbruecki |
Disminuyen la frecuencia de aparición del eccema |
Flatulencias distensión abdominal | L. gaserri
B. bifidum B. longum |
Mejoran los síntomas: distensión adbominal. Aumenta la consistencia de las heces. |
Cólico del lactante | Lactobacillus reuteri | Reduce el dolor |
Resfriados | Bifidobacterium longum
Bifidobacterium bifidum Bifidobacteium bb12 |
Reducen la duración de las infecciones de las vías respiratorias altas |
Como hemos explicado, los probióticos tienen un efecto muy positivo para nuestra salud, tanto cuando existe alguna patología específica, como cuando estamos sanos, para estimular la función inmunológica y la absorción de nutrientes esenciales. Son una excelente opción para recuperar y equilibrar la salud general de nuestro organismo y como coadyuvantes en patologías intestinales y inmunitarias.