Todos agradecemos la comodidad de utilizar un solo producto que nos ofrezca más de una solución al mismo tiempo. Por ejemplo los champús con acondicionador incorporado.
¿Y si te dijeramos que un fotoprotector solar puede ofrecerte, además de protección solar, la más potente acción antiedad y antiarrugas que una crema facial puede darte?
Probablemente no te lo creas y recibas esta afirmación con cierto escepticismo. Si sigues leyendo, con solo unos minutos conocerás las razones que necesitas para cambiar el chip que teníamos de los solares, como esas cremas que solamente nos ponemos en verano cuando vamos a la playa. Lo cierto es que las cremas de protección solar deberían convertirse en un elemento imprescindible en todas las rutinas de cuidado facial diario.
Pero, antes que nada…¿Es bueno o no es bueno tomar el sol?
Algunas personas sueñan con el perfecto bronceado y pasan todo el tiempo posible en la playa para conseguirlo. En cambio, otras prefieren huir del astro rey por los efectos nocivos que puede tener en nuestra piel. Como en la mayoría de las cosas, ningún extremo es bueno y si no estás tomando algún medicamento fotosensible o sufres determinadas patologías en la piel, lo cierto es que tomar el sol es bueno (siempre con moderación y protección), ya que es nuestra principal fuente de vitamina D.
El sol mejora nuestro estado de ánimo, es euforizante y tiene una acción antidepresiva por efecto de la melatonina y es efectivo en el tratamiento de enfermedades dermatológicas como la psoriasis, acné, linfomas cutáneos, vitíligo, etc.
Y para que nos dé el sol no hace falta estar todo el día en la playa, solo con salir a la calle ya estaremos tomando el sol, aunque sea en menor medida que en la playa. ¡Incluso en días nublados estamos bajo su influencia!
¿Y qué tipos de rayos solares son los que afectan a nuestra piel? ¿Qué son los rayos UVB, UVA e IR?
Entre todos los rayos solares, los que atraviesan la capa de ozono y llegan a la tierra son los rayos UVB, UVA, IR y visible (VIS).
Los rayos UVB (ultravioleta B) son los ansiados por los adictos al moreno veraniego, ya que son los responsables del efecto bronceado en nuestra piel. Penetran hasta la epidermis y como efectos negativos, pueden causar quemaduras, fotodermatitis y fotoinmunosupresión (herpes labial).
Los rayos UVA (ultravioleta A) penetran más profundamente en la piel (hasta la dermis) y son los resposables de las alergias solares, fotoenvejecimiento, alteraciones pigmentarias (manchas y melasmas), y en el peor de los casos, cáncer de piel.
Los rayos Infrarrojos (IR) llegan a la hipodermis, exactamente los IR-A. Debido a esta gran capacidad de penetración, los IR-A atacan directamente a las mitocondrias, produciendo un aumento descontrolado de los radicales libres, extremadamente dañinos para nuestras células. Si los radicales libres se van acumulando, nuestras células sufren estrés oxidativo…lo que entre varios efectos nocivos, descompone el colágeno produciendo un envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de arrugas y descolgamiento.
Imagínatelos juntos, el cóctel formado por la radiación UVB, la UVA y la IR puede provocar también alteraciones en nuestras células y daños en su ADN. Es un daño invisible y si se repite en el tiempo puede provocar el desarrollo de cáncer de piel.
¿Qué daños produce la radiación solar en relación al envejecimiento de la piel y a las arrugas? ¿Por esta razón son las cremas del sol las mejores cremas antiedad?
Ahora que ya sabemos que rayos solares penetran en nuestra piel y los efectos que producen, vamos a resumir los efectos en cuanto a envejecimiento (arrugas, descolgamientos, manchas, flacidez, etc.) facial. Así entenderemos mejor que si evitamos estas radiaciones, estaremos previniendo de manera brutal las arrugas y el envejecimiento. Lo que os hemos estado dicieno…las cremas de protección solar son las mejores cremas antiaging que existen.
Los efectos sobre el envejecimiento de la piel de los rayos UVA, UVB e IR son:
- Degradación del colágeno.
- Disminución de la síntesis de colágeno endógeno.
- Destrucción de los fibroblastos.
- Disminución de la elasticidad de la piel.
- Aumento de los surcos y de las arrugas superficiales (UVA) y arrugas profundas (IR).
- Engrosamiento de la capa externa de la piel.
- Aparición de piel cetrina, piel apagada y sin luminosidad.
- Deshidratación de la piel.
- Aumento del estrés oxidativo que acelera la mayoría de procesos nocivos anteriores.
Si estuviéramos en una película de acción, los malos (la radiación solar) nos tendrian rodeados y estaríamos deseando encontrar la salida de esta comprometida situación. Y entonces llega el séptimo de caballería para salvarnos. En este caso, las cremas solares.
¿Cómo protegen nuestra cara del envejecimiento prematuro las cremas de protección solar?
La función de las cremas de protección solar para la cara es la de bloquear la cantidad de rayos UV que penetra en nuestra piel. La mayoría de protectores solares combinan los filtros físicos, que son los que reflejan los fotones de UV antes que puedan alcanzar la piel, los filtros químicos, que son los que absorben la radiación y la transforman en energía no perjudicial para nuestra piel.
Pero la protección no acaba ahí. Hay muchos protectores solares que contienen filtros biológicos o antioxidantes. No evitan que los rayos solares penetren en la piel, pero anulan los efectos de radicales libres que se generan.
Y no solamente se generan con las radiaciones solares. Los radicales libres se generan por la contaminación, por la luz azul, que es la que generan las pantallas del ordenador, móvil o tablet, etc. De ahí la importancia real del uso de antioxidantes.
¿Qué filtros solares debe tener un buen protector solar para prevenir el envejecimiento cutáneo y la aparición de manchas y arrugas?
Un buen protector solar para la cara debe de proteger frente a todas las radiaciones a las que estamos expuestos: las UVB, UVA, IR y luz visible (VIS), ya que está demostrado que la luz visible también produce envejecimiento prematuro, deshidratación, pérdida de elasticidad y manchas.
“Para una rutina antiedad perfecta nunca debe faltar un protecctor solar para la cara acompañando a las cremas y serums antiage”
Resumiendo…
Si queremos lucir una piel sin arrugas, sin manchas, sin flacidez y perfectamente hidratada…el primer paso de nuestra rutina ha de ser por obligación el uso de una crema de protección solar para la cara. Debemos protegernos del sol diariamente, incluso en invierno, si queremos mantener una piel bonita y joven. Las cremas de protección solar para la cara se deben utilizar durante todo el año, no solo en verano.
Si nos ponemos la crema por la mañana y nos olvidamos de ella el resto del día, con la sudoración, el roce, etc, la protección solar desaparecerá y con ello, nuestra barrera protectora. Te recomendamos reaplicar el fotoprotector aproximadamente cada 2 horas.
Puede parecer un poco incómodo pero por suerte existen multitud de opciones y texturas para facilitarnos la vida, como polvos sueltos o compactos de maquillaje con protección solar o sprays invisibles, etc.
Por todo lo anterior, si gastas dinero en una buena rutina facial, te limpias la piel, te aplicas cremas antiedad, pero no inviertes en un buen protector solar, poco estás haciendo por tu piel. Porque aunque utilices una crema antiedad maravillosa, si no te proteges del sol correctamente, se seguirán generando arrugas, pérdida de firmeza y de elasticidad de forma diaria y continuada en tu piel.
Así que la mejor inversión antiedad que puedes hacer es comprar un buen protector solar de farmacia que proteja frente a UVB, UVA, IR y luz visible y, si es posible, complementarlo con los antioxidantes presentes en los protectores solares para tomar.